Entre Madejas


Cuando estas tejiendo sueños en la vida, a medida estos van agarrando forma te das cuenta que hay ciertos hilos que tienen que evolucionar o cambiar, hilos que en un tiempo pensaste eran el cordón madre de la obra, pero al ver como avanza la obra que estas tejiendo te das cuenta que no es así, que solo es parte de un todo coherente, que a medida vas avanzando en el desarrollo de la prenda ese hilo es un segmento de gran importancia en la vida, pero que NO ES EL TODO. Cada etapa en la vida, cada circunstancia, todo puede llegar a formar parte de esa obra final, que después de todo no es tan final, porque cuando crees que ya terminaste toda la labor de la prenda te das cuenta que hay nuevos retos, como el tener que hacer algo con que combinarla, luego como acompañarla, después como mejorarla, etc, etc. y ves entonces que al igual que el universo continuamente se extiende, de igual manera los sueños no tienen fin (principalmente cuando lo que persigues son los sueños de Dios, más que los tuyos), sino que estos pueden llegar a ser perpetuos. Claro, eso tu lo decides, esta en tu poder el decidir si tus sueños son finitos, o en cambio si estos pueden trascender lo natural o incluso lo generacional. ¿Entonces? ¿Por qué gastar la vida meditando en cada pinchaso que te diste con la aguja? o ¿por qué enojarte durante todo el proceso por las veces que te quedaste sin hilo?, ¡eso es la aventura de vivir!, cada aguja quebrada, cada hilo gastado, cada parte que toco descocer para volver a tejer es parte de ese todo coherente que le da color a los sueños y le da sentido a la aventura de vivir. No importa si no encajas en la sociedad, no importa si eres visto el raro del grupo, eres diferente y con un rumbo especifico y lo más genial de todo que es un rumbo ¡puesto por Dios! ¡Su voluntad! (Si es lo que has estado buscando verdaderamente), que maravillosa aventura cuando estas tejiendo lo que Dios te mando a que tejieses, por ende lo demás sobra, si lo que buscas es su voluntad y le amas y le sigues. 

Cierro con esto. NO ABANDONES, PERO EVOLUCIONA, crece, cambia, renuévate, porque el anhelo de papa Dios es llevarnos de gloria en gloria, de poder en poder y de victoria en victoria. Corre riesgos, avanza en fe cuando Dios te ha ordenado hacerlo, pon pausa cuando él te lo diga y acelera cuando él mismo te esta provocando a hacerlo. Pero prosigue adelante...


Luis Lara




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