A Lavar Para Alabar

Paginas atrás comente un poco acerca del Tabernáculo que erigió Moisés en el desierto, este tenía muchos utensilios los cuales tenían un gran significado sobre la vida de Jesús y nuestra relación con Dios.Me gustaría tocar otro punto muy importante de esto.
Los ministerios de alabanza son figuras públicas en la iglesia, o sea que son vistos por toda la congregación e incluso personas que no pertenezcan a la iglesia, por ello la importancia del cuidado del testimonio que debemos tener todos y cada uno delos que integramos un ministerio de alabanza. Pero como somos seres humanos estamos propensos a fallar a Dios, por eso es la importancia de una limpieza espiritual habitual en nuestras vidas, y esta solo se puede mantener teniendo una íntima relación con Dios, mediante la oración, el congregarse, leyendo la biblia, esto es sumamente vital y no negociable.

En el atrio del tabernáculo había una fuente de bronce donde el sumo sacerdote tenía que lavar sus manos antes de entrar al lugar santo (Ex. 30.17-21), de igual manera nosotros debemos continuamente ser lavados por la sangre de Jesús para poder entrar a adorar confiadamente a Dios,y con esto no solo me refiero a pedir perdón por cualquier falta cometida, sino también ser lavado por medio de la palabra de Dios la cual debemos escudriñar constantemente. Dios no puede recibir nuestra alabanza y adoración si nos presentamos con nuestras manos sucias de pecado y malos hábitos, estos son obstáculos para entrar a su presencia, así que estos, solo por la sangre de Jesucristo y el cumplimiento de su palabra pueden ser desarraigados de toda vida.
Hay personas en los ministerios de alabanza que descuidan estos principios básicos y necesarios para la vida cristiana, es bueno dedicar horas a ensayar y practicar, pero también es sumamente importante dedicar horas en oración, buscando la voluntad de Dios, leyendo su palabra para obtener a través de ella sabiduría, congregándonos siempre no importando si ese dia no te toca ministrar la alabanza o tocar tu instrumento, igual teniendo consejeros llenos del Espíritu Santo.

Por esta razón antes de entrar a ALABAR a Dios necesitamos entrar a su presencia A LAVAR nuestras conciencias. Así que A LAVAR para ALABAR.


Luis Lara




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